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9/03/2010

Te Quiero: o más enigmático del español

Te quiero. Esta sea quizás la frase más ambigua del idioma español. No significa "te amo", pero no deja de significarlo y es mucho más que un simple "me gustas". El "te quiero" la verdad es una declaración de amor disfrazada que, dependiendo de cómo reacciona el otro, se puede vestir de otros matices. Sí que significa "te amo", sí que significa "me gustas", pero esto sólo lo sabe quien lo entona...

Además, hay desdoblamientos aún más confusos. Un "te quiero mucho", por ejemplo, no tiene tono sexual, es de hecho decir "me gustas mucho", "tengo afecto por ti" y está bastante utilizado entre amigos, sin la conotación de entre amantes. A una extranjera, y les digo en causa propia, todo esto me aturde sobremanera. Cuantas veces ya desistí de entender si un "te quiero" escondía un "te amo" o si un "te quiero mucho" tenía puntos suspensivos. Lo que a mí me queda es el sentimiento siempre bueno, cualquiera la expresión.

Muchas veces he visto una mirada "te amo" en un "te quiero". Es de lo más enigmático y tiene mucho que ver con la naturaleza misma de quien habla español. Esto de endurecerse sin perder la ternura es cosa del Che, que de tierno no tenía una cana. El corazón español es duro y punto. Lleno de orgullo y del sufrimiento consecuente. No sabe despilfarrarse, así que se viste de generosidad. Cuando ama, un español no lo dice a menudo, pero te da su corazón en forma del tiempo que te dedica a ti. Esto sí es cierto. Por eso, camuflará sus "te amos".

Otro punto interesante es que, si bien sean sinónimos, "te quiero" y "te amo" se direccionan a distintas partes del cuerpo. El segundo es etéreo, divino, de por vida, se origina en el corazón. El primero... Bueno, fíjate en los ojos de quien te diga "te quiero" y me entenderás. No está destinado al romance, el reto es uno solo y no deja de estar bien por eso (el ego siempre lo agradece). "Te quiero" tiene fuego, furor y suena como un trueno a los oídos. La piel reacciona inmediatamente, el corazón late intimidado. "Te quiero" es de fieras, "te amo", de ángeles.

¿Cuál prefiero? No sé, ¿hay que elegir? Yo misma, con esta puntita de mala sangre, ya he dicho "te quiero" cuando quería decir "te amo" y logré mi intento. Creo que depende del momento y por eso resulta tan bueno el juego. Entre dulces "te amos" y "te quieros" calentones, me quedo con los dos. Nos les faltará lugar dentro de mí.