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10/11/2005

reminiscencia

No dejé tatuado
ningún arrepentimiento
de mis pecados en tu espalda
Ni en tus cabellos
que peinabas desnuda y
que yo jugueteaba con ojos abiertos…o cerrados
El día que la serpiente dijo
que tú ya no estabas más,
aún sin posibilidades de volver a vernos,
huí del paraíso.
de um autor mexicano, que encontrei enquanto vagava na internet